- Revisión de estructuras y procesos asistenciales de la institución.
- Reducir los riesgos clínicos y garantizar la seguridad del paciente.
- Ayudar a diversificar e innovar en la cartera de servicios.
- Identificar las claves en la gestión integral de patologías de alto impacto.
- Colaborar con el desarrollo de una historia clínica única informatizada (si no existiera).
- Incorporar herramientas de TI para repensar las prestaciones y nuevas formas de trabajo.
- Optimizar la experiencia de los pacientes y de los usuarios de los servicios.
- Facilitar la transformación digital de la organización.